El Viejo continente en casa rodante

27 de Mayo de 2013
Recorrer el Viejo Continente en una casa rodante con toda la familia aquí es algo fuera de lo común, pero allá es normal y todo está muy preparado para este tipo de viajero.

viejo continente


Viajar de esta manera fue una aventura extraordinaria para nosotros e integrar a los chicos la hizo perfecta. Recorrimos casi 5000 kilómetros en 30 días con destinos como Madrid (donde nos entregaron la motorhome ), la Costa Vasca, Londres, París, los Castillos de Loira, llegamos a Venecia, volvimos por la Costa Azul hasta Barcelona y la devolvimos para tomar el avión de vuelta a Buenos Aires.



Los chicos de 11, 9 y 8 años estaban fascinados. Después de pocos días era su casa. Dormían en cuchetas y nosotros, en la cama grande con televisión por TDT y unos 40 canales para ver a la noche. Teníamos cocina con tres hornallas, baño con ducha, agua caliente y presión perfecta, heladera, comedor... No era de las más lujosas, pero sí un modelo nuevo, como casi todos los que se ofrecen en alquiler, por 115 euros por día.



La pregunta que todos se hacen es: ¿dónde paraban a dormir? Y la respuesta es: en cualquier lugar donde se pudiera estacionar. Lo único prohibido es hacer en la vereda un despliegue de mesas y sillas de camping; para eso están los paisajes que se ven por el camino y no las grandes ciudades. Pero nada más. Lo ideal es vislumbrar algún playón al aire libre.



Otra opción son los campings, que tienen buenas instalaciones y están llenos de viajeros jóvenes, por lo que hay un buen ambiente, divertido para las familias. Ahí se puede lavar y secar la ropa, hacer compras en almacenes o comer alguna pizza.



La seguridad en general es excelente, las rutas casi todas autopistas y hay áreas especiales para cargar agua por todos lados. El GPS marca absolutamente todo.



Pasó casi un año y los chicos siguen hablando del viaje y planificando, esta vez ellos mismos, el próximo. Esperemos que la Argentina actual se los permita..

 

Por   | LA NACION